Trigo: la inversión sanitaria estratégica y defensiva

La actual campaña del cereal, matizada por la sequía y las heladas, implicó un importante estrés para el cultivo en el sudeste bonaerense y otras regiones. Bajo este escenario, la sanidad también fue decisiva para asegurar el rendimiento.

En el sudeste de la provincia de Buenos Aires, tradicional área triguera argentina, la campaña de granos finos concluye marcada por un invierno más seco de lo normal, con situaciones extremas y atípicas. A la condición de sequía, se agregó la ocurrencia de heladas tardías en toda la región.

Un informe reciente de INTA Balcarce indicó que, esta campaña, integrando al clima, al suelo y el manejo del cultivo, el rendimiento registraría mermas que oscilarían entre un 20% a 40%, respecto a los promedios normales.

La buena noticia: el precio del trigo se incrementó desde el momento de la siembra en un 13%, lo que trae aparejado un “efecto compensador” a través de los márgenes económicos, por sobre la caída de los rendimientos.

SANIDAD

La escasez de precipitaciones, la ausencia de rocío – falta de horas de mojado foliar- y una baja humedad relativa ambiental no favorecieron el desarrollo de los patógenos claves del trigo en el sudeste bonaerense.

Sin embargo, el estrés ambiental por la falta de lluvias y marcadas variaciones en las temperaturas, sí provocaron mayor vulnerabilidad en el trigo y afectaron el normal crecimiento y desarrollo.

De esta forma, la dinámica de enfermedades debió monitorearse lote por lote, considerando el manejo previo, el cultivo antecesor, el sistema de labranza, la presencia de puentes verdes o marrones y las restricciones edáficas.

Al respecto, uno de los aprendizajes fundamentales de esta campaña, teniendo en cuenta que las enfermedades son un componente reductor clave de los rendimientos es que el manejo sanitario, no solo debe centrarse en qué fungicida usar o en qué momento aplicarlo.

MANEJO

Testigo, ExcaliaMax

De acuerdo con el progreso observado en el trigo, hasta el período crítico, en que se definió su rendimiento, aquellos lotes que fueron tratados a tiempo con fungicidas foliares presentaron un estado general optimizado y con menor registro de enfermedades.

Esto aseguró el área foliar activa y sana, incluyendo a la hoja bandera, principal fuente de fotoasimilados para el llenado de granos de la espiga.

En ensayos que realizó Sumitomo Chemical, con productores de la región sudeste, la doble aplicación de fungicida, comprendida entre Tazer Xpert, en Z.31 (Fecha: 5 de octubre), en combinación con una mezcla a base de una nueva carboxamida “Excalia Max, en hoja bandera (Fecha: 25 de octubre), se observó una excelente sanidad de la hoja bandera, sin incidencia de enfermedades, a los cinco días del último tratamiento (Ver fotos).

De esta forma, los trigos tratados bajo este escenario de estrés, dado por sequía más heladas sucesivas, que caracterizaron a toda la campaña, presentan actualmente más área foliar que progresó favorablemente para asegurar el rendimiento.

Testigo, Excalia Max